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domingo, 28 de abril de 2013

UN VESTIDO NUEVO


Me parece interesante publicar la reflexión sobre los vídeos que vienen a continuación ya que lo hemos trabajado en la asignatura de Educación y Sociedad. También creo que es muy importante concienciarnos cómo sociedad de lo que está pasando continuamente con prejuicios y desprecios a determinadas personas:





El cortometraje de “un vestido nuevo”  trata de un niño que un día decide ponerse la ropa de su hermana para ir a la escuela. El niño llega con el vestido rosa y las uñas pintadas por lo que sus compañeros y maestra se sorprenden. Empiezan a reírse de él e incluso la profesora lo aparta del aula para solucionar ese “problema”.

En este vídeo podemos ver claramente como la sociedad actual sigue teniendo un patrón de personas y cuando alguna persona se sale de ese patrón se le ve diferente y por lo tanto así se le trata. En este caso es Mario quien cambia su ropa, ni si quiera su color de piel, ni su pelo, ni nada que tenga que ver con su cuerpo sino un trozo de tela que se puede quitar, y nada más entrar en clase empiezan a insultarle a mirarle como si de un extraño se tratase, solo por un trozo de tela.

Como he podido leer en un texto de  "Durkheim", tenemos unas normas externas, la ley, pero  la ley no dice como hay que ir vestido, ni como tienes que pensar, o sentirte identificado… Pero, en este caso la sociedad está actuando como una ley en la que tiene estereotipadas a unos modelos de personas y si alguien decide salirse del patrón o modelo  tiene un castigo social, de risas, desprecio y ser tratado de todo menos de persona. Eso ha pasado con Mario, ha recibido risas, insultos, y ni si quiera el apoyo de su padre.

Por tanto, aunque hoy en día muchas más personas usan el respeto a las demás sin juzgar a otros por como deciden ser, sigue habiendo otro gran grupo el cual no respeta, aunque este grupo siempre suele decir que no tiene prejuicios hacia nadie “diferente”, los actos no lo demuestran ya que podemos presenciar muchos como el de el cortometraje.

Para concluir esta reflexión, en mi visión personal, la escuela es uno de los lugares donde se dan estas actuaciones de desprecio hacia personas que deciden cambiar su imagen, sus preferencias, sus ideas…y nosotros como futuros docentes, somos las personas apropiadas para evitar estos conflictos desde un primer momento. Si empezamos desde temprana edad, romperemos con los estereotipos que los más pequeños están copiando de la sociedad. Estaremos contribuyendo a cambiar la sociedad y a crear una nueva en la que nuestras propias normas internas, o ideología o preferencias no sean un problema porque cada persona es única y nadie debería impedirlo.







 BIBLIOGRAFÍA
  • E. DURKHEIM, Las reglas del método sociológico. (1982). Barcelona. Altaya. pp. 50-51

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